jueves, 9 de diciembre de 2010

Una historia rescatada desde lo profundo


Una manito muy impaciente interrumpió mi descanso, a la cual yo con sorpresa y con impaciencia pregunté qué sucedía. Ella me dijo que ya no aguantaba más. Yo con la duda sobre qué podría tratar tan entusiasta alegato, continué mi interrogatorio: - ¿Por qué? Dije. Su respuesta fue: - No he podido soportar la carga que tu corazón día a día deposita en mí. Preocupado por la situación, decidí visitar a mi corazón para intentar resolver el problema. Antes de llegar a él, noté que su antes humilde morada estaba muy adornada, con detalles muy especiales, lo que me hizo sentir una gran alegría, el estar en aquel transformado lugar era como un regalo para mí. Cuando golpeé la puerta, se asomó él. Me sorprendí mucho porque jamás lo había visto de esa manera. Apareció de pronto frente a mí, perfumado y con una mirada muy cálida. Ningún detalle de su presencia había sido pasado por alto, estaba radiante. Cuando me vio, noté una expresión de sorpresa en su rostro. Me dijo que lo disculpara porque en realidad era a otra persona a la que esperaba. Con amabilidad le expliqué que no tenía ningún problema porque bien yo sabía a quién esperaba. Luego de que conversamos un rato, me dispuse a explicarle la razón de mi visita. Una vez que terminé de describirle la situación, corazón quedó atónito. Al punto de unos segundos se volvió a despertar y me hizo saber con mucha firmeza que no iba a volver a acumular cerros de su esencia sobre la manito, porque desde ese momento prometió que ahora iba a distribuir paulatina y equitativamente lo que día a día guarda para ti J . Muy contento y sobrecogido por aquella grata situación, me despedí de él para dirigirme hacia donde la manito, que esperaba impaciente una solución. Una vez que me puse en contacto ella, le conté con detalle lo que había sucedido en mi encuentro con corazón. Luego de que entendió cada una de las palabras que salían de mi boca su expresión cambió radicalmente, fue de intensa incerteza a una inmesurable felicidad. Tanto así, que decidió plasmar todo ese amor -que había juntado durante dos semanas- sobre una humilde hoja de cuaderno en ese mismo instante.

Todo sucedió en una tarde de día jueves en que la que las nubes se tomaron de la mano para apaciguar el frío que las envolvía.

1 comentario:

  1. Es increíble cuan significativa puede ser para nosotros una tarde de jueves, si lo recuerdas, en ese momento nuestro amor siguió su curso libre de preocupaciones, serán 4 meses junto a ti precioso, en tal solo 4 dias :), te amo muchisimo!

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